Los juicios orales son una parte fundamental del proceso de impartición de justicia hoy en día, y México no es la excepción. Estos no sólo permiten hacer valer los derechos, sino que agilizan y optimizan todo el procedimiento dentro del sistema penal.
En este sentido, son una herramienta valiosa para la justicia y por consiguiente, para la sociedad en general.
Por ello, si eres abogado, estudiante de derecho o aspirante, es un tema que debes conocer. A continuación, te contamos en qué consisten y por qué son tan importantes.
¿Qué es un juicio oral?
Primero es relevante conocer qué son los juicios orales, pudiendo definirse como audiencias de debate. Su objetivo principal es esclarecer los hechos, utilizando pruebas e interrogatorios de las partes para exponer los alegatos.
En estos, todas las partes del proceso tienen permitido estar presentes, siendo necesaria la presencia del Juez o el Tribunal, a quienes se exponen los hechos.
Es así como las partes involucradas tienen la oportunidad de conocer cada prueba y de contradecirlas o defenderlas, según sea el caso.
Cabe resaltar que los juicios orales son públicos y suelen efectuarse con una o dos audiencias ininterrumpidas.
Además, la parte oral viene precedida por dos fases. La primera es la etapa de investigación, en la que se recaban las pruebas que consoliden la posición de cada parte, mientras que la etapa intermedia consiste en la evaluación de las pruebas.
Referente a este recurso en el sistema penal de México, es un proceso acusatorio vigente desde 2008, pero no es nuevo. A lo largo de la historia, las sociedades humanas han usado métodos similares para resolver desacuerdos o conflictos.
Lo que caracteriza a los juicios orales, es:
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Inmediación: De pruebas y alegatos, ya que son presentadas directamente al tribunal o juez.
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Concentración: Son breves, desarrollándose sin interrupciones prolongadas.
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Publicidad: Esto hace referencia a que son públicos, por lo que cualquiera puede asistir y observar su desarrollo.
Este último punto, la publicidad, promueve la transparencia del proceso, reforzando la confianza en el sistema y previniendo favoritismos o corrupción.
Importancia de los juicios orales
Pero, ¿por qué son tan importantes los juicios orales para la impartición de la justicia? Esta pregunta puede responderse en los siguientes 4 puntos, aunque su relevancia va más allá.
Permiten una mejor comunicación
Una de las ventajas de los juicios orales es que facilitan la comunicación entre todas las partes, incluidos el tribunal o juez y los testigos.
Ya que cada parte puede exponer pruebas y argumentos, las cuales son presentadas ante todos, hay mayor transparencia, propiciando una mejor comprensión del caso, en todos los sentidos.
Sobre todo si consideramos que el juez o tribunal puede observar detalles como el comportamiento y evaluar la credibilidad.
En cuanto al implicado o acusado, para él prevalece la conocida presunción de inocencia. Siendo inocente hasta que se pueda comprobar lo contrario. Además, el mismo tiene derecho a ser escuchado e informado sobre todo el proceso.
Reducen los trámites escritos
Los juicios escritos utilizan como método de comunicación los documentos, siendo esta la principal diferencia con los juicios orales.
Es por ello que, al implementarse los juicios orales como parte del sistema penal, también se disminuyen los trámites escritos que son necesarios. Esto, a su vez, simplifica la impartición de justicia, disminuyendo costos propios de los largos litigios.
Sumado a ello, con este tipo de proceso se reducen los papeleos innecesarios, al igual que la acumulación de expedientes.
Disminuye los costos de los litigios
Esta es una razón o una ventaja que parte de la anterior, considerando que reducir los trámites escritos también disminuye los costos de los litigios.
Gracias a los juicios orales, son necesarios menos trámites y documentos, generando una eficacia mayor al presentar pruebas. De esta forma, los gastos innecesarios son obviados y todo el proceso legal es agilizado.
Agiliza la impartición de justicia
Aunque no lo parezca, los juicios orales resultan mucho más eficientes para la resolución de casos legales. Esto también es una suma de las otras ventajas.
Ya que el sistema penal estaría utilizando la oralidad como método de comunicación directa, la toma de decisiones también es más rápida.
En este sentido, se elimina la necesidad de trámites escritos que prolongan el proceso. Al igual que otras demoras y partes que alargan considerablemente todo el procedimiento de justicia.
También es importante recalcar que, gracias a los juicios orales, hay una mejor impartición de justicia. Esto se debe a las tres etapas que los componen, siendo la última el juicio oral como tal.
Entonces, gracias a las dos etapas previas, menos casos llegan a juicio, ofreciendo una mayor justicia para los implicados.
En este punto también debemos mencionar la legitimidad del sistema judicial, pues gracias a este tipo de juicios, se fortalece la confianza que la sociedad tiene en el sistema penal.
Como resultado, se considera más transparente y participativo, promoviendo una mayor certeza de que la justicia impartida es equitativa y justa.
En definitiva, el sistema penal de México busca que la impartición de justicia sea más eficiente y real, justa para todos los implicados, y los juicios orales son una de las mejores herramientas para lograr este cometido.
Ahora bien, hablando de los profesionales del derecho, para involucrarse en este proceso se debe tener una formación especializada. No sólo porque interviene en el desempeño de las funciones del abogado, sino también para hacer valer los derechos de las personas a las que defiende.
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