Cada 15 de mayo conmemoramos en México el Día del Maestro. Fecha que nos recuerda el importante papel que juegan los educadores en la vida de los estudiantes y de la sociedad, pero, ¿sabes cuál es el origen de esta celebración?
Hoy en UNID queremos contarte un poco de la historia detrás de esta conmemoración. Así como tratar dos temas vitales: lo necesarios que son los docentes y por qué la educación es una gran oportunidad para el futuro.
La UNESCO declaró en 1994 el 5 de octubre como el Día Mundial del Docente, aunque en México, ya era celebrado el 15 de mayo desde mucho antes, manteniendo esta última fecha hasta la actualidad.
Esta conmemoración tiene, en primer lugar, un origen oficial, coincidiendo con la fecha de la toma de Querétaro en 1867. Cuando el ejército mexicano venció al Segundo Imperio de México, consolidando la República en el país.
La iniciativa de conmemoración fue enviada al Congreso en 1917, donde fue aprobada. De esta forma, se comenzó a celebrar por primera vez el Día del Maestro en 1918.
Sin embargo, el 15 de mayo también coincide con otra importante fecha, esta vez religiosa. Ya que en 1950 es ratificado el patrono universal de los educadores: San Juan Bautista, lo que fue avalado por el Papa Pío XII.
San Juan Bautista dedicó su vida a preparar a maestros que enseñaban a niños sin acceso a la educación. Además, fundó la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Religiosas, dando educación laica a personas de bajos recursos.
El 15 de mayo de cada año es reconocida la importancia y labor de los docentes en el país. Por este motivo, el gobierno suele declararlo día de asueto para los educadores, como motivo de celebración.
En algunos planteles de educación, también son realizadas actividades por el Día del Maestro que celebran los docentes del país. Además, el 15 de mayo se entrega el reconocimiento José Vasconcelos a maestros destacados.
A lo largo de la historia, los maestros han cumplido un papel fundamental en la sociedad, siendo piezas clave para acompañar, guiar y formar a niños, adolescentes, jóvenes y hasta adultos.
Esta es una profesión que ha estado presente desde la creación de México como país. De hecho, una de las cualidades más destacadas del gremio es su presencia histórica en el territorio, desde el centro de las ciudades, hasta las zonas más rurales.
Sin embargo, la educación es un área en constante cambio y crecimiento, precisamente por su importancia para el desarrollo. Es así como los gobiernos y entidades, como la UNESCO, trabajan para mejorar su práctica.
De esta manera y sobre todo en el Día del Maestro, son realizados estudios donde se investigan diferentes escenarios y se establecen metas específicas en pro del crecimiento de las poblaciones.
En 2016, el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) publicó el cálculo del total de educadores necesarios para 2030. La cifra fue de casi 69 millones de nuevos maestros, una suma que responde al objetivo planteado en el área.
Este último, fue englobado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 u ODS4, que busca:
Garantizar que la educación sea inclusiva, equitativa y de calidad.
Fomentar oportunidades de aprendizaje durante las diferentes etapas de la vida.
Con respecto a esto, el UIS publicó en 2020 que cerca de 258 millones de niños, adolescentes y jóvenes no están en la escuela. Asimismo, la proyección es que, en 2030, uno de cada seis niños (de 6-17 años) no estará en la escuela.
Además, según estimaciones del mismo UIS, el 55% de los niños y adolescentes no están adquiriendo los niveles mínimos de lectura, mientras que, el 60% no alcanza los niveles mínimos de competencia en matemáticas.
Estas y otras situaciones, sólo destacan la importancia y urgencia de mejorar la calidad de educación, ya que, para revertir dichas cifras, hace falta un cambio drástico, con educadores de todos los niveles.
Los diferentes países, incluyendo México, deben seguir fortaleciendo sus bases. Es allí donde se presentan oportunidades laborales prometedoras para los docentes.
El Día del Maestro conmemora la ardua e importante labor de los educadores, pero también es una fecha que recuerda las grandes oportunidades a las que pueden acceder los graduados en el área.
La primera de ellas es, sin duda, el amplio campo laboral disponible. Un profesional de la educación puede trabajar en cualquier zona del país, desde grandes instituciones, hasta planteles más pequeños.
Incluso es posible insertarse en otros ámbitos laborales distintos a las instituciones educativas, pero que sigan sumando en este sentido. Por ejemplo, en organismos gubernamentales y no gubernamentales relacionados con la educación.
Según los objetivos del ODS4, hasta el 2030 todavía hay muchas plazas disponibles para los docentes. Por supuesto, apostando por perfiles profesionales actualizados y competentes para garantizar la calidad de la educación brindada.
Para tener un sistema educativo de calidad, es importante que los docentes cuenten con los conocimientos y habilidades adecuadas. Es decir, una buena educación parte, principalmente, de quienes enseñan, así como de los recursos.
Un profesional de la enseñanza debe ser creativo, crítico e innovador, así como socialmente responsable y gestionar conocimientos disciplinares. También debe mantenerse al día con los avances tecnológicos y los cambios pedagógicos.
Es decir, debe tener disposición para el aprendizaje continuo y la actualización profesional. Además, es importante que desarrolle habilidades sociales y cognitivas, así como otras, que permitan acompañar, guiar y educar.
Por ello, la oferta formativa que encuentras en UNID es la alternativa perfecta para prepararte para el presente y futuro. Así, tendrás acceso a programas completos y actualizados, siguiendo la premisa que tanto hace falta: Educar en valores.
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