Durante mucho tiempo al hablar de inteligencia se pensaba en la habilidad de hacer análisis matemáticos o de recordar información entre otras habilidades relacionadas con el estudio. Sin embargo, en los últimos años ha tomado relevancia la inteligencia emocional.
Este tipo de inteligencia se encuentra involucrada en cada una de nuestras actividades. Esto se debe a que nuestras emociones son parte de nuestras tareas laborales, de nuestro proceso de aprendizaje y de nuestras relaciones personales.
Conocer la importancia de la inteligencia emocional, aprender a gestionarla y desarrollarla en tus procesos educativos te permitirá sacar el máximo provecho a tu proceso de aprendizaje sin importar el área de conocimiento en la que te enfoques.
A continuación descubrirás todo lo que debes saber sobre inteligencia emocional.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de gestionar los sentimientos, el control, el entendimiento y la modificación de las emociones. Esta clase de inteligencia comprende habilidades psicológicas y existen dos tipos: interpersonal e intrapersonal.
La inteligencia interpersonal se enfoca en el entendimiento de las emociones de los demás y se vincula también con la empatía sobre el estado de las otras personas.
Por su parte, la inteligencia intrapersonal es la capacidad de comprensión de nuestros propios sentimientos. Esta inteligencia también facilita el control de las emociones a la hora de actuar o tomar decisiones.
Utilidad de la inteligencia emocional
La inteligencia emocional y una buena gestión de la misma favorecerá los entornos laborales y educativos. Además, permite incrementar la motivación de las personas y obtener mejores resultados.
En el caso puntual de los espacios de aprendizaje, se ha evidenciado que cuando las personas involucradas cuentan con inteligencia emocional construyen relaciones más efectivas. El vínculo entre docentes y alumnos mejora significativamente.
Así mismo, un manejo eficiente de las emociones brinda la posibilidad de alcanzar una mejor posición de liderazgo. Y se debe a que los profesores podrán conectar con las emociones de sus alumnos y actuar en consecuencia.
Esto es de gran importancia, ya que conocer las frustraciones y limitaciones de los alumnos podrán desarrollar estrategias de enseñanza apuntadas a esas emociones.
Del mismo modo, identificar qué los motiva y lo que los hace sentir a gusto también será información de valor a la hora de impartir una clase. Contar con una inteligencia emocional desarrollada facilitará y optimizará el proceso de aprendizaje.
La importancia de gestionar las emociones
Como ya mencionamos, las emociones cumplen un rol muy importante en los distintos aspectos de nuestra vida. Aprender a gestionarlas de manera efectiva facilitará la toma de decisiones y la resolución de conflictos.
Un buen control de la inteligencia emocional permite empatizar con las personas, comprender las limitaciones y evitar los conflictos dentro de los grupos. Esto optimizará la enseñanza y potenciará el aprendizaje de los alumnos.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es crucial en cada una de nuestras actividades por lo que es fundamental desarrollarla. A continuación detallaremos algunos consejos para que logres potenciar la gestión de tus emociones.
Haz una autoevaluación
En primer lugar es importante saber cuál es el nivel que posees mediante un test. Así podrás conocer tus áreas de oportunidad en cuanto a inteligencia emocional y obtendrás las recomendaciones correspondientes.
Identifica tus emociones
Identifica las emociones que sientes a lo largo de tu día e intenta ponerle nombre a cada una de ellas. Si te encuentras en una situación particular, piensa en cómo te gustaría responder al problema y recurre a la emoción adecuada.
Conoce tus desencadenantes
Cada persona cuenta con diversas experiencias de vida y responden distinto a situaciones específicas. Es importante comprender cuáles son los hechos desencadenantes de nuestras emociones y qué nos ayuda a manejarlas.
Desarrolla estrategias
En los momentos específicos donde necesitas gestionar tus emociones implementa distintas estrategias como respiración, meditación y movimiento, entre otras. Busca la estrategia que te resulte mejor e intenta practicarla día a día.
Además, la capacidad de comunicar nuestras emociones es importante para desarrollar la inteligencia emocional. Así mismo, debemos practicar la escucha activa para conocer y empatizar con las emociones de los demás.
La inteligencia emocional es una parte fundamental para desarrollar nuestra vida personal, profesional y educativa. Por ello, es crucial que las personas logren identificar sus emociones y gestionarlas correctamente.
Esto facilitará tu desarrollo en los entornos y potenciará el proceso de aprendizaje de cualquier tipo de disciplina. En UNID buscamos evolucionar los procesos de enseñanza y construir ambientes adecuados y amigables para la incorporación de conocimientos y habilidades.
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