Por fin terminaste tu carrera, el siguiente paso es encontrar una oportunidad laboral. Aplicaste a diferentes posiciones relacionadas con tu carrera y… ¡por fin recibes esa llamada!
“¡Hola, buenos días! Me comunico con…” – preguntando por ti -.
¡Es la vacante que estabas esperando y en la empresa en la que soñabas trabajar! Ya tienes la cita, la dirección y la lista de los documentos que debes llevar para iniciar la primera entrevista laboral. Y ahora, ¿qué sigue? No improvises.
Mariam Sarahaim Cabrera Enriquez, coordinadora de empleabilidad de Talisis CDMX, comparte estos seis tips para que tu primera entrevista laboral no sea un desastre y logres llegar con más de confianza.
1. Prepárate curricularmente y ensaya
Revisa tu currículum, desde la ortografía y el contenido. Es muy importante y parece hasta obvio, pero es increíble la cantidad de currículums que los reclutadores reciben con faltas ortográficas (sin puntos, sin acentos, etc.). Revisa tu foto, que no sea escaneada, tómate una foto con tu celular, busca una camisa azul, blanca o negra, de preferencia que sea tomada con un fondo blanco. Al término, te recomiendo imprimas tu CV a color, con hojas opalinas para una mejor presentación (si es que la empresa lo requiere).
2. Prepara tu documentación
No lo dejes todo a última hora y junta la documentación que se te pidió en el orden solicitado. Generalmente, siempre te piden que lleves únicamente tu currículum vitae (CV) impreso y tu INE para identificarte. Pues por más sencillo que parece, si lo dejamos todo a última hora, podemos encontrarnos con que nuestra impresora no funciona y que tenemos que andar corriendo para ver donde te lo imprimen o no tenemos folders en donde guardarlo y llegamos a la entrevista con un CV mal impreso.
3. Investiga
Debes tener muy claro lo que vas a aportar a la empresa, pero previo a esto, investiga de ella, tómate tu tiempo y entra a tu buscador favorito para conocer cuándo se fundó, su misión, su visión y sus valores; genera empatía con ella y pregúntate, ¿qué puedo aportar a la empresa con mis conocimientos? Es una pregunta sencilla de hacerte, sin embargo, muchos, cuando recién egresamos y estamos por entrar a trabajar, en lo que pensamos es en que sea una buena empresa por el sueldo, la experiencia que adquiriremos, prestaciones y demás beneficios. Éste es nuestro primer error, porque la empresa también debe obtener beneficios tuyos o ¿por qué razón invertiría en ti? ¿cuál es tu plus? ¿qué te diferencia de los demás candidatos que, como tú, no tienen experiencia?
4. Ensaya
Las preguntas básicas que te harán son:
– ¿Qué conoces de la empresa?
– ¿Por qué quieres trabajar aquí?
– ¿Qué aportarás a la empresa?
– ¿Por qué contratarte a ti y no a otra persona?
Una pregunta que seguro, segurito, te harán:
“Dime tus tres principales fortalezas y debilidades”. Aquí es muy importante que hagas una introspección o realices alguna prueba psicométrica. Referente a las fortalezas, éstas deben estar hiladas y reforzar la respuesta del “¿Por qué contratarte?”, por ejemplo:
“Mi principal fortaleza es que soy muy curiosa, lo que me ha permitido ser autodidacta y aprender, no me gusta quedarme con dudas o sin resolver alguna tarea…”
En el tema de debilidades, evita el clásico “soy impuntual o desordenado”; revisa tu psicométrico e identifica las competencias en las que resultaste con menor puntuación y contrarréstalo con algo positivo, por ejemplo, si tu debilidad es que eres una persona muy ansiosa o nerviosa, únelo a una frase positiva como:
“Una de mis debilidades es que soy una persona ansiosa, pero es porque tiendo a tener un sentido alto de urgencia y tiendo a presionar a las personas y a mí mismo para cumplir con los tiempos. Esto me ha pasado con mi familia y en el trabajo…”.
¿Te das cuenta cómo convertimos una debilidad en fortaleza? Es muy importante que aprendas a vender tus debilidades, por eso te sugerí que todo lo escribas previamente, escribe y borra, hasta que expreses lo que deseas proyectar, pero ¡ojo!, que sea real, recuerda que aun pasarás varios filtros y si mientes en algo, tarde o temprano saldrá.
Grábate en tu celular explicando tu experiencia laboral e identifica tus logros o retos a los que te has enfrentado y el cómo los has resuelto. Si no cuentas con experiencia laboral, explica la experiencia que adquiriste durante tu servicio social, prácticas profesionales, tu proyecto de titulación y también voluntariados donde hayas participado. El escucharte te permitirá identificar tus errores de comunicación.
5. Vístete para el éxito
Recuerda que como te ven te tratan y un error muy común que cometemos los recién egresados es que no invertimos en nuestra vestimenta y vamos a nuestra primera entrevista improvisando. ¡Grave error! Si bien aún no ganamos un salario para pagar un buen traje, no significa que tengamos que ir con jeans o vestimenta casual (¡ojo!, depende mucho también del perfil laboral y del tipo de empresa, por eso es importante la investigación previa). El cómo vamos vestidos a nuestras entrevistas laborales es de suma importancia, ya que de esta forma expresamos nuestro interés por trabajar ahí y el cómo nos queremos proyectarnos laboralmente.
En cuestión de vestimenta, los mejores tonos de combinación son (camisa/blusa – pantalón/falda): azul claro – azul marino. De lo contrario busca combinar tonos sobrios, como el gris o el negro; estos temas no deben ser problema, ya que hay muchos tutoriales en internet y en YouTube.
6. Calendariza tu cita
¡Recuerda que es tu primera entrevista y no puedes llegar tarde! Programa con alarma en tu celular tu próxima entrevista. Investiga en el navegador las mejores rutas para llegar al lugar de la entrevista, ya sea en auto o en transporte público, si hay estacionamientos cercanos, así como los horarios pico del lugar donde vives.
Por último, descansa, ya tienes todo preparado y esto es como la universidad: ya estudiaste, te preparaste y ahora necesitas relajarte y no estar nervioso para que durante la entrevista hables con seguridad y tranquilidad.
¡Mucha suerte, egresado!