La productividad se ha convertido en un componente esencial para el éxito académico. Estudiantes y docentes se enfrentan a desafíos únicos, desde la gestión del tiempo hasta la adaptación a nuevos entornos digitales.
Este artículo se adentra en el universo de la productividad educativa, proporcionando consejos prácticos y estrategias eficientes que buscan no solo optimizar el rendimiento académico, sino también cultivar hábitos de aprendizaje duraderos. Descubramos juntos cómo hacer que cada momento de estudio y enseñanza sea significativo y efectivo.
Organiza tu espacio de estudio
El desorden físico y visual puede llegar a influir considerablemente en el desorden mental, dificultando la concentración, lo que no te permitirá tener una mejor productividad en los estudios.
Así que, contar con un espacio propio y adecuado para estudiar es tan importante como mantener ese espacio ordenado, y es tan sencillo como dar pequeños pasos cada día, dedicándole unos minutos a ordenar el lugar para impulsar tu concentración.
¿No sabes por dónde comenzar? Aquí te dejamos algunos consejos para que las cosas en tu espacio no entorpezcan la productividad educativa que buscas.
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Revisa los papeles que tengas acumulados, tira los que ya no necesites, y guarda ordenadamente los que debes conservar.
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Si tienes libros, ordénalos de manera que no estorben y que tengas mejor acceso a ellos.
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Consigue organizadores para facilitarte la tarea. Por ejemplo, para guardar cables, clips, lápices, y otros utensilios por separado.
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Luego de usar notas adhesivas, desechalas. Si necesitas guardar algunas, ten un contenedor para ello.
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Cuando sea momento de comer, tomar un snack o algo similar, dedícale tiempo fuera de ese espacio. Evita dejar y acumular vasos, platos y basura en general.
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Tómate unos minutos cada día para colocar todo en su lugar luego de estudiar.
Evita tener elementos distractores en tu espacio de estudio, y adapta el sitio a tus necesidades. Opta por una buena iluminación, una silla cómoda, y ten solo lo imprescindible a mano. Todo esto ayudará a una mejor productividad en general.
Desarrolla habilidades de autogestión
Las habilidades de autogestión son imprescindibles para la productividad educativa. Sin embargo, desarrollarlas también te será útil para otras áreas de tu vida, por lo que es un ganar-ganar siempre.
Dichas habilidades te permitirán gestionarte de forma autónoma, a la vez que impulsan tu adaptación a diversas situaciones. Estas, además, ayudan a mantener una mejor salud mental, lo que influye en una mejor productividad.
En pocas palabras, son un conjunto de capacidades que te facilitan controlar tanto tus acciones como tus emociones. todo de forma efectiva, lo que optimiza tu manera de comunicarte e interactuar con tu entorno.
Este control de las emociones se traduce en una mejor toma de decisiones, una mayor eficiencia y productividad educativa. Es decir, una contribución muy valiosa para alcanzar los objetivos o metas que te plantees.
Pero, ¿de dónde vienen? Muchas de estas van tomando forma a medida que creces, pero otras necesitan ser desarrolladas a conciencia.
En cuanto a cuáles son, destacan la responsabilidad personal, organización y profesionalismo; también la persistencia en la consecución de metas, así como la autorregulación, manejo del estrés y adaptabilidad.
¿Cómo desarrollar esas habilidades de autogestión?
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Evalúa tus fortalezas y conoce tus debilidades.
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Practica la paciencia; no temas recurrir a ejercicios y otros métodos.
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Haz una tarea a la vez, enfocando en ella toda tu atención.
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Ten un calendario organizado donde puedas administrar fácilmente tus responsabilidades.
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Establece plazos para los diferentes proyectos y actividades.
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Mantén una constante evaluación de tus procesos.
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Establece metas educativas reales, pero constantes; el aprendizaje es continuo.
Aprovecha las herramientas digitales para el aprendizaje
No cabe duda que las herramientas digitales no solo son parte del futuro, sino que te pueden ayudar a forjar tu presente. Por ello, es una de las estrategias de estudio innovadoras que se deben considerar para tener una mejor productividad educativa.
Además, un gran punto positivo de estas es que son muchos los formatos y las opciones disponibles a tu alcance, por lo que podrás elegir aquellas herramientas digitales que más te convengan.
En este sentido, existen plataformas y programas que te ayudarán a organizar mejor tu tiempo y no perder de vista tus metas, mientras que otras son perfectas para facilitar la investigación y el aprendizaje colaborativo.
Para sacarles el mayor provecho, te recomendamos:
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Evaluar tus necesidades, pregúntate qué tipo de herramientas requieres y si las usarás correctamente. Debes ser constante, sobre todo cuando se trata de colaborar y organizar.
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Elige solo una herramienta por tipo. Por ejemplo, evita tener varias apps de calendario o de administración de tareas para ser eficiente con el tiempo y sortear complicaciones.
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Si es para uso grupal, asegúrate que todos puedan acceder a la herramienta.
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Cuando se trate de material de estudio, como los libros, verifica los derechos de autor. Además de ver si la plataforma está autorizada para compartirlos.
Algunas de las herramientas que puedes aprovechar para una mejor productividad son: Trello, Asana, ProofHub, Evernote, Moodle, Zoom, Google Drive, entre otras.
Mantén tu bienestar mental
Es cierto que conseguir una mejor productividad tiene muchos beneficios para ti y tu futuro. No obstante, es importante encontrar un equilibrio saludable entre la productividad académica y tu bienestar emocional.
De hecho, debes marcar un límite en la autoexigencia, aprendiendo a delimitar tiempos y espacios para las diferentes actividades, incluyendo y abordando la gestión del estrés y el autocuidado en tus prácticas diarias.
Para esto, también hay algunos consejos que puedes poner en marcha:
Aliméntate correctamente
No saltes comidas y elige, preferiblemente, ingredientes naturales. Aunque no lo creas, una alimentación deficiente interfiere en tu capacidad de atención, aprendizaje y en tu vida en general.
Planifica momentos de descanso y distracción
Estos suman al bienestar emocional y mental, permitiendo afrontar las tareas educativas de mejor forma.
Toma tiempo para el autocuidado
Además de los dos puntos anteriores, asegúrate de mantenerte hidratado, ser higiénico y cuidar tu salud.
Recurre a técnicas de relajación y meditación
O lo que mejor te funcione, para la gestión del estrés. Evita dejar asignaciones para último momento, y trata de no propiciar los momentos de agobio con tus decisiones.
Incluye el ejercicio en tu rutina
La actividad física ayuda a liberar el estrés, así como a mantener el cuerpo y la mente saludables. Puede ser desde caminar hasta practicar algún deporte, como el tenis o patinaje.
Duerme suficientes horas
Sí, dormir, pero hazlo correctamente. Acuéstate a un horario adecuado respetando las horas que necesitas para recuperarte y descansar.
Descubre tu ritmo y aprovéchalo
Cada persona es diferente, a algunos les va de maravilla madrugando, otros tienen mejor productividad por la noche. Así, elegir momentos adecuados ayudará a tu bienestar mental y rendimiento.
Recordemos que la productividad no es simplemente realizar más tareas en menos tiempo, sino maximizar nuestro potencial de aprendizaje y enseñanza de manera equilibrada y efectiva. ¡Esperamos que estos consejos te guíen hacia un futuro de conocimiento enriquecedor y logros académicos excepcionales en UNID!
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