Uno de los mejores aspectos que traen consigo los avances de la tecnología es que se nos permite el acceso más rápido y efectivo a la información, lo cual se traduce en encontrar lo que sea que quieras buscar en menor tiempo y con una gran cantidad de posibilidades para escoger.
En este sentido, se abren muchas oportunidades ante nuestros ojos, específicamente en cuanto a educación se trata, ya que cada vez contamos con más opciones y diferentes alternativas de licenciaturas, maestrías y cursos que podemos aprovechar para continuar aprendiendo, creciendo profesionalmente y acercándonos a cumplir nuestras metas.
Tomar una decisión tan importante como realizar estudios de posgrado no es un asunto que deba subestimarse, por lo que elegir si llevarlo a cabo de forma presencial o en línea es una elección de peso. Si bien ambas alternativas pueden conducirte al éxito, es cierto que uno de los dos estilos de aprendizaje será más adecuado a tu personalidad y necesidades particulares.
El tiempo es uno de los principales elementos sobre los que debes reflexionar antes de llegar a la conclusión de cuál es la mejor modalidad de estudio para ti, puesto que dependerá de cuál es tu disponibilidad para acudir a un aula de clases en un horario específico, si trabajas, si tienes compromisos familiares que debas atender, etc.
Desde niños estudiamos en las aulas, con horarios establecidos y profesores que están frente a nosotros para explicarnos el contenido de la materia hasta que se termina su clase. Así que, se podría decir que estamos bastante familiarizados y acostumbrados a estudiar de este modo.
Bajo esta modalidad tendrás un horario establecido que debes seguir cada semana. Por ejemplo, si tu clase es los miércoles y viernes de las 6 p.m. a las 10 p.m., debes asegurarte de tener esos días reservados para ir a clase.
Asimismo, como las clases se imparten en un espacio físico, debes considerar cuánto tiempo te llevará cada día llegar allá; es decir, como estarás yendo y viniendo de la universidad donde decidas estudiar .
Si tienes un empleo de tiempo completo, cuentas con muchos compromisos familiares y/o tienes un emprendimiento o negocio propio, estudiar en línea es la modalidad idónea para ti.
Además de brindarte comodidad a la hora de elegir cómo manejar tu tiempo, te ahorrarás los viajes a la universidad y podrás escoger cuándo y dónde ver tus clases.
Debido a que no tendrás que trasladarte al campus y serás dueño de tu tiempo, podrás aprovechar los “tiempos muertos” en tu vida diaria, e incluso en tu empleo, para avanzar en el programa que hayas elegido.
Los programas en línea requieren un tiempo y esfuerzo distinto a la modalidad presencial, lo importante es que conozcas cuál es la que mejor se adapta a tus exigencias, gustos y estilo de vida.
Como todos los estudiantes son diferentes, con habilidades, personalidades y requerimientos específicos, es necesario que sepas cuál es el estilo de aprendizaje con el que obtienes mejores resultados. Algunas personas son mucho más auditivas, otras son más visuales, y otras más kinestésicas; por lo que a cada persona le resultará mejor una forma de aprender, siendo objetivo con sus expectativas, su personalidad, y recordando que para cualquiera de las dos modalidades la autodisciplina es esencial.
Cuando estás en un aula de clases, la educación se imparte de manera general, sin que se detenga por algún estudiante, así que todos deben ir al mismo ritmo y salir de sus dudas en los momentos que el profesor decida dedicar a ello. Al mismo tiempo, cuentas con mayor apoyo de tus compañeros para estar actualizado e incluso formar grupos de estudio que se reúnan fuera del horario de clases.
En este caso, la educación tiende a ser más personalizada, además de que cuentas con las herramientas tecnológicas para realizar consultas en cualquier momento y despejar tus dudas con el profesor en cualquier lugar. Por este motivo, si eres de los que prefieren estudiar a solas y tomarte tu tiempo para analizar cada tema a tu propio ritmo, la educación en línea es perfecta para ti. Sin embargo, tienes que desarrollar una estrategia para mantenerte organizado y al día con todas las actividades.
Dependiendo de la manera en que te desenvuelvas o te guste interactuar socialmente, también podrás escoger entre la educación recibida en línea o presencialmente. Esto significa que, ya sea que disfrutes mucho de socializar o tiendas a ser un poco más introvertido o tímido en clases, siempre hay lugar para tu aprendizaje.
Si eres muy sociable en persona, te encanta organizar sesiones grupales de estudio o participar en ellas y te gusta mucho rodearte de gente y hacer nuevos amigos mientras te formas profesionalmente; entonces, esta es la modalidad en la que mejor desarrollarás tus habilidades. Sacarás el mejor provecho de tus talentos interactuando cara a cara con los demás estudiantes y los maestros.
Aunque también podrás comunicarte directamente con tus compañeros y profesores, en este caso puedes dejarles mensajes directos en cualquier momento y ellos responderán vía electrónica; así que, si te consideras una persona más introvertida o las interacciones personales no son algo relevante para ti a la hora de tomar la decisión, puedes sentir más seguridad con la distancia que hay de por medio sin dejar de aprender y disfrutar de la experiencia.
Escoger entre estudiar un posgrado en línea o presencial también puede definirse de acuerdo con tus planes profesionales, lo que significa que tienes que proyectar tu vida hacia el futuro y pensar cuál es el siguiente paso a dar para cumplir tus metas.
Como estás sujeto a los tiempos de la universidad, podrás avanzar tan rápido como la organización del semestre, trimestre, módulo o año te permitan. Por lo tanto, tener éxito y llevar una vida “balanceada” mientras estudias de manera presencial, requerirá de una buena planificación de tu parte y que estés dispuesto a adaptarte a las exigencias de la Institución donde vayas a realizar tu formación profesional.
Al no condicionarte a la estructura “rígida” de los estudios presenciales, puede resultarte más fácil avanzar en tu carrera, ya sea una licenciatura o maestría; asimismo, puedes amoldar tus metas y objetivos a tu estilo de vida, sin que esto llegue a afectar tu vida personal o laboral.
Como puedes ver, cada una de estas modalidades de estudio tiene sus propias características que pueden adecuarse a tus necesidades, lo más importante es que sepas que con una buena organización, constancia y esfuerzo llegarás lo más lejos que te puedas imaginar.
Y tú, ¿ya sabes en qué modalidad te gustaría estudiar?