El manejo emocional son las habilidades que una persona desarrolla para el control de su temperamento. Todos pueden hacerlo.
Las emociones no son negativas ni positivas, pero sí pueden darse en exceso y provocar cierto desequilibrio social. Tanto en la vida cotidiana, como en tus procesos de aprendizaje, es oportuno conocer sobre el manejo emocional.
Este control de los sentimientos no se refiere a detenerlos, sino a aprender a gestionarlos. Es importante sentir e, incluso, confiar en tus intuiciones.
Puedes redireccionar tus emociones a positivo y utilizarlas como motivador para potenciar tus competencias. Te lo contamos a continuación. ¡Sigue leyendo!
Con detonadores nos referimos a aquellas cuestiones que hacen aparecer en ti esa emoción. Cada persona reacciona de forma diferente a un hecho, evento o idea.
El manejo emocional trata de reconocer aquello que te provoca ese sentimiento o pensamiento para estar atento y lograr autodisciplina. Por ejemplo, en el caso del miedo, puede ser la oscuridad o la soledad.
En el caso de los nervios por estudio, los detonadores suelen ser el fracaso futuro o una autoestima baja.
Toma conciencia de tus cambios corporales tanto antes como durante el transcurso de la emoción. Conocerse a uno mismo, a nivel de personalidad como de conciencia corporal, ayuda a gestionar las emociones.
A su vez, si conoces cómo tu cuerpo reacciona a cada estado emocional, podrás gestionar de manera más positiva tus acciones e intervenciones. Algunas emociones pueden generar reacciones preocupantes por situaciones de estrés.
Por ello, aprender sobre manejo emocional permite que esto no suceda. ¡Es posible! Suele ocurrir que ante un examen el cuerpo pide reiteradamente ir al baño. No es por necesidad fisiológica, sino por esas sensaciones que tenemos que controlar.
La dificultad se manifiesta con el exceso emocional. En este sentido, es importante mantener la calma. Tranquilizar la mente y tener recursos para disminuir la angustia o estrés en ciertos momentos.
Ten en cuenta que tu mente es la que te permite pensar racionalmente y no emocionalmente. Es también la que va a poder activar los mecanismos que hayas adquirido de manejo emocional.
Otros recursos pueden ser: pintar mandalas, tomar un descanso con una caminata en la naturaleza o prepararte una bebida caliente.
La calma de la mente no significa pasividad o inacción, todo lo contrario. Apunta a un orden y estado de neutralidad para pensar con claridad. De esta manera, podrás dirigir todas tus energías a ese pensamiento creativo.
El primer uso conocido del término inteligencia emocional, aunque ya había aproximaciones con otras denominaciones, se le atribuye a Wayne Payne en 1985. Esta habilidad implica las power skills de:
El control y manejo emocional es una de las habilidades que se busca en todo futuro profesional y laboral. Desde los puestos más elevados, se confía con optimismo en personas que pueden direccionar positivamente sus emociones.
A su vez, la formación profesional interna en la actualidad se está concentrando en esta capacidad de resiliencia a partir de talleres, encuestas de RRHH, etc.
Desde UNID creemos que el manejo emocional puede aprenderse y desarrollarse desde el entorno estudiantil y universitario. A su vez, te permitirá superar instancias evaluativas de alta demanda.
Si buscas formarte profesionalmente y quieres un acompañamiento integral en todos los niveles de la persona, también el emocional, no lo dudes. ¡Consúltanos!
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